Minimalismo genial y extravagante en la Toscana

En Pietrasanta, un pequeño pueblo costero de la Toscana, Vincenzo De Cotiis arquitecto y diseñador italiano, reacondicionó espectacularmente lo que es hoy su casa de fin de semana. Un resultado minimalista asombroso en el que destacan las materialidades, el diseño y la historia, pero por sobre todo su devoción por la estética.

Fotos: Martin Morrell

Dos años tardó  Vincenzo De Cotiis y su pareja Claudia Rose en la renovación de esta edificación de 510 m2 de principios del siglo XVIII. Un palacio construido por Antonio Digerini, un pintor local, que había sido un claustro y un hotel a lo largo de los siglos, es hoy una singular propuesta donde predomina el diseño y nada queda al azar.

Parte del atractivo de esta restauración, radica en el uso de materiales naturales y en el hecho de que De Cotiis lograra intuitivamente equilibrar su encanto antiguo con piezas contemporáneas hechas a mano que parecen audazmente futuristas, pero están inspiradas por tradiciones de diseño italianas.

Vincenzo De Cotiis, conocido como diseñador de interiores por sus renovaciones minimalistas (a menudo de palacios centenarios) y como un destacado diseñador de muebles y objetos, evidencia en su lugar de descanso en Pietrasanta, su gran talento y majestuoso estilo.

Un lugar en donde la tradición y la vanguardia se mezclan y manifiestan a la perfección en los distintos espacios. Un estilo minimalista grandioso, elegante y discreto con acentos de historia y genialidad.

Gran parte del mobiliario y el arte son de la propia creación y diseño de De Cotiis. Espacios minimalistas muy bien equilibrados que dan una sensación de calma, pero a la vez de fuerza.

La pátina expuesta de las paredes y las vigas de los techos, el vacío minimalista de las habitaciones y la falta de objetos innecesarios, resultan perfectos. La paleta de colores cuidadosamente elegida para los espacios es una combinación genial de suaves toques de verdes fríos y tonos de ladrillo más cálidos.

Las materialidades escogidas y su implementación resultan escenográficos. En varios espacios, la textura y el tono de la pátina de las paredes y techos originales se replica un lino lijado belga y predomina el uso del mármol local, ya que la zona es famosa por sus canteras.

Una majestuosa edificación transformada por un icono del diseño italiano que respira estilo y que sin duda tiene mucho que decir con sus trabajos. Sus proyectos casi siempre nacen de una interacción entre lo contemporáneo y lo existente, y el resultado final es a menudo impredecible y fantástico.